Con el paso del tiempo es común que el metal comience a oxidarse presentando manchas de color marrón y verde. Esto ocurre cuando se encuentran expuestos a elementos climáticos, ya sea porque abandonaste el objeto en el jardín al aire libre o producto de la humedad constante presente en el ambiente. Por ello, hoy vamos a ver trucos para saber cómo quitar el óxido.
Para empezar, es importante determinar el grado de oxidación que tiene el objeto, ya que, si el mismo se rompe o desintegra con facilidad quizás sea muy tarde para intentar recuperarlo. Es por ello, que debemos cuidar los objetos metálicos del óxido, para conservar así su vida útil.
Existen diversas formas de cómo quitar el óxido, así mismo, para frenar la oxidación, entre ellas te presentamos 5 trucos caseros de fácil aplicación.
Una de las formas más utilizada para quitar el óxido de hierro es aplicando vinagre blanco, la composición química de este líquido permite reaccionar frente al óxido y removerlo de inmediato. Este procedimiento resulta ideal para objetos pequeños que puedas sumergir en esta sustancia. Para ello, debes seguir las siguientes instrucciones:
Para objetos grandes puedes aplicar el vinagre directamente sobre la superficie oxidada con ayuda de un rociador.
El bicarbonato de sodio es un material fácil de encontrar y de bajo coste que te servirá para renovar esos objetos oxidados.
El jugo de limón al igual que el vinagre tiene ácidos que ayudan a quitar el óxido de hierro en los objetos metálicos. Esta alternativa también es recomendada para manchas de óxido que puedas tener en alguna prenda de vestir.
Para quitar una mancha sobre una prenda de vestir, añade la mezcla sobre la mancha y viértela en un envase con agua caliente. Déjala reposar y al cabo de una hora enjuaga con abundante agua y jabón.
El papel aluminio ofrece la ventaja de acceder a grietas o hendiduras presentes en los objetos. Para limpiar con papel aluminio debes recortar varias tiras de unos 5 centímetros aproximadamente y humedecerlas en agua, para luego frotar inmediatamente el metal oxidado y verás como el óxido va desapareciendo.
Otra alternativa que ha ganado mucha popularidad en los últimos años de cómo quitar el óxido, es usando Coca-cola, el proceso es similar a los que te hemos explicado anteriormente.
Si se trata de objetos pequeños sumerge los mismos en esta bebida y déjalo reposar hasta que los ácidos fosfóricos presentes en el refresco reaccionen sobre el óxido.
Sin duda, existen diversas formas que te permitirán recobrar ese brillo natural de tus objetos, pero lo más importante es detener el proceso de oxidación que no solo puede terminar con la pérdida de objeto, sino que también puede comprometer tu salud.
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