A la hora de realizar una reforma en cualquier espacio de la casa, lo último que se desea es tener que lidiar con contratiempos e imprevistos. Por eso, te traemos una lista de errores que debes evitar a toda costa en tu próxima reforma, más concretamente en tu cocina.
Un error muy común en el proceso de una reforma es salirse del presupuesto previamente ideado para la obra. Para que esto no suceda, lo mejor es escuchar a expertos del sector que te ayuden a planificar un presupuesto que cubra todas las necesidades, y a su vez, te brinde variedad de opciones.
Siguiendo con el tema de los presupuestos, aunque te ofrezcan una gran opción para tu bolsillo, elegir el presupuesto más económico no es siempre la opción más viable para tu obra.
Lo ideal sería un presupuesto moderado, que además cuente con el respaldo de profesionales cualificados y con experiencia en el sector. Por su parte, la calidad de los materiales a utilizar se ve determinada por dos características imprescindibles: la durabilidad y la resistencia.
Un error muy común en las reformas de la cocina es no pensar en la luz. Tanto lo que se refiere a iluminación como al sistema de electricidad, son aspectos que deben planificarse y realizarse antes que los trabajos de albañilería, puesto que deben quedar ocultos.
El lavavajillas y el fregadero deben encontrarse cerca de los armarios donde guardarás los utensilios de cocina, con el fin de realizar las tareas propias de la cocina con mayor facilidad y practicidad. Procura ubicarlos en una toma de agua, en caso contrario, tendrás que cambiar la toma de agua, lo que significaa un proceso más complicado y mucho más costoso.
Por muy mínima que sea la reforma, en este caso de la cocina, es necesario informarse sobre los permisos requeridos por el ayuntamiento de tu localidad. Consigue todo lo necesario para llevar a cabo tu obra de una forma segura y legal, así como evitar contratiempos.
Normalmente, la reforma de la cocina no dura más de 15 días, por lo que te recomendamos seguir cada uno de estos consejos para que la obra no se alargue en el tiempo y obtener un resultado satisfactorio.