Si buscas un sistema de climatización eficiente que proporcione una temperatura homogénea, sin interferencias en el aspecto visual de tus espacios, entonces, el suelo radiante es una excelente alternativa. Veamos en qué consiste su instalación.
En este artículo te explicaremos algunas particularidades de este sistema, así como su proceso de instalación, el cual es algo diferente a las clásicas calderas. El suelo radiante consume menos energía, además puedes utilizarlo tanto en invierno como en verano, combinándolo con fuentes de energías renovables como la aerotermia o geotermia.
El suelo radiante es un sistema de climatización de bajo consumo y elevado rendimiento, que ha ido experimentando algunos cambios tecnológicos en los últimos años, su instalación se realiza a través de una red de tuberías plásticas distribuidas uniformemente bajo el pavimento, garantizando un ambiente con una temperatura homogénea y confortable.
Es considerado un sistema novedoso, aunque lleva algunos años en el mercado. Por sus tuberías circula agua caliente o fría produciendo el calentamiento de tu vivienda, o su efecto refrescante en las estaciones cálidas. Teniendo en cuenta su gasto energético, es altamente recomendado y fiable, sin embargo, es vital que conozcas dónde y cómo instalarlo.
La instalación del suelo radiante está recomendada para una serie de estructuras debido a su alta inercia térmica, entre ellas destacan:
Cabe destacar que no se recomienda su instalación en casas o locales de baja ocupación, ya que, es un sistema de alto rendimiento.
La instalación del suelo radiante es totalmente invisible, ya que, se realiza bajo el pavimento, resulta conveniente aprovechar una reforma del suelo para su colocación, porque la misma requiere la ejecución de determinadas tareas, por ejemplo:
En primer lugar, se debe preparar el terreno para conseguir una óptima instalación, este debe estar limpio y nivelado. Para evitar posibles filtraciones o humedades es imprescindible colocar un film o material aislante. De la misma manera, hay que instalar una banda perimetral de plástico para aminorar las tensiones producto de la dilatación y contracción del suelo.
El equipo de distribución se suele colocar ocultos en armarios empotrados, allí se realizan los puntos de conexión entre el sistema y la bomba de calor o caldera.
Los paneles aislantes servirán de guías para colocar las tuberías, es una instalación sencilla gracias al sistema de machihembrado.
Los tubos se colocan sobre las placas de aislamiento, generalmente con la ayuda de dos personas, uno que sostiene la bobina y otro que va acoplando el tubo, algunos paneles ya vienen con pestañas para que la tubería encaje perfectamente. Si los paneles tienen una superficie lisa se utilizan grapas para su fijación.
Es vital comprobar el funcionamiento del sistema, la norma exige que las tuberías sean probadas con una presión de 6 bares en un tiempo de 24 horas.
Es recomendable utilizar un mortero autonivelante que facilite la instalación, su espesor debe ser de al menos unos 5 cm aproximadamente, tras pasar unos días se procede a la colocación del solado.
Este procedimiento se realiza para verificar que la temperatura se mantenga uniforme en los distintos puntos del sistema.
Por otro lado, cuando se habla de suelo radiante, también existe una segunda opción a través de una malla eléctrica (suelo radiante eléctrico), pero este sistema supone un alto consumo de energía eléctrica.
El precio de instalación de un suelo radiante es un poco más elevado que otros sistemas, sin embargo, representa una inversión económica que visualizarás en tu consumo energético.
Su precio medio está alrededor de los 60-70 euros por metro cuadrado, es decir un suelo de 100 m2 costaría aproximadamente entre 6000 y 7000 euros. También debes considerar los costes por la instalación del pavimento, por ello es recomendable aprovechar una reforma de suelo.
En Reiteman Madrid, empresa de reformas integrales situada en Madrid, sabemos que la instalación de un suelo radiante garantiza un ahorro entre un 20 y 30%, sobre otros sistemas tradicionales y puede alcanzar un 80% cuando se combina con otras técnicas de energías renovables (geotermia y aerotermia), además su versatilidad, rendimiento y cero impactos visuales lo catapultan como una de las soluciones actuales más eficientes.