Los toldos para terrazas son un elemento imprescindible, sobre todo cuando su orientación hace que dé el sol gran parte del día. Ya os hablamos con anterioridad sobre la decoración para terrazas y hoy nos paramos en este otro elemento muy importante y que debemos elegir con cuidado para que sea óptimo a nuestro espacio y con una amplia vida útil.
Elegir el toldo adecuado dependerá de muchos factores, siendo uno de los más importantes tus gustos porque ello te ayudará a sentirte cómodo y disfrutar de este elemento, sin embargo, existen detalles técnicos que debes tener en cuenta en el momento de decidirte por un toldo para terrazas.
Calcular el espacio en el que estará colocado, te llevará a decidir el tamaño del toldo por el que puedes optar, ya sea que estemos hablando de una ventana pequeña, o una terraza amplia.
De igual manera, el material por el cual está elaborado, junto al color, serán aspectos determinantes, y estará muy relacionado con el objetivo que estés persiguiendo al tener un toldo nuevo, ya sea porque deseas tapar la claridad, o el sol, o porque quieras simplemente conseguir mayor intimidad. Un color oscuro por ejemplo, tapará los rayos solares, pero dará mayor oscuridad.
El sistema de funcionamiento, y su mantenimiento futuro, serán datos fundamentales, de esta manera podrás elegir entre sistemas manuales, semiautomáticos, o mecanizados. Su limpieza dependerá también de estos sistemas, y del material de la tela.
Dentro de los diferentes tipos de toldos para terrazas, se encuentran también diferentes materiales como telas microperforadas, poliéster, techos acrílicos, entre otros, y en cuanto a su estructura y mecanismos, hemos hecho una selección de los más utilizados.
Este toldo para terraza consiste en un brazo extensible, que colabora en su retracción al ser guardado en un espacio parecido a un cofre, resguardando la tela de los cambios climáticos, y quedando casi imperceptible.
Son elaborados normalmente de aluminio lacado, puede variar en colores y tipos de tela. Este posee un mecanismo clásico que consiste en unos brazos replegados o extensibles que descansan sobre sí mismos.
Ideal para ventanas y balcones, ya que sus brazos permiten graduar la inclinación del toldo, y jugar así, con la cantidad de luz que entra, o resguardarlo temporalmente de que la lluvia entre.
Este toldo para terrazas está pensado especialmente para cubrir las ventanas más pequeñas, ya que además se puede rotular muy fácilmente, posee una gran variabilidad de modelos y colores. Se pueden colocar fijos, o retraibles.
Ofrece un aire de modernidad, además de ser muy cómodos, ya que el sistema para abrir y cerrar está por completo automatizado, disponiendo de un control para manejarlo a distancia.
En el mercado existen algunos otros que poseen sensores de viento o vibración, para cerrarse automáticamente y proteger el toldo, o también existen los programables que pueden cumplir un horario establecido.
Estos modelos son más decorativos, y a la vez muy prácticos. Simulan la vela de un barco, y pueden tener varias capas de lona resistente al agua, para jugar con las sombras.
Consiste en una estructura con marco soldado estático, que puede estar fijado a la pared, asimismo, son inamovibles. Resistentes, y duraderos, ofrecen protección ante los cambios climáticos, y además se pueden usar en ventanas pequeñas o puertas.
Ahora bien, si después de leer toda la información y aún no sabes qué toldo elegir, puedes tener los factores adicionales como la cantidad de protección solar que necesitas en la terraza, la densidad de luz que quieres conseguir, los colores de la tela o la lona, y además las restricciones que puedan existir en tu comunidad de vecinos. Muchas veces, para conservar la estética de la fachada, hay que poner el mismo toldo y color.
Además, podemos recomendarle nuestro asesoramiento de la mano de profesionales calificados en la materia, ya que somos un equipo que cuenta con una extensa experiencia en reformas integrales, y le ayudaremos a seleccionar el toldo para terrazas que más se adecue a tus necesidades y espacio.